domingo, 27 de enero de 2013


A LAS PALABRAS HEMBRAS SIGUEN LOS HECHOS MACHOS
Francisco Morán
26 de enero de 2013.

Dice Aristóteles que la verdad es la adecuación de la mente al ser de las cosas. Decir la verdad puede convertirse, para determinadas personas, lo más difícil del mundo, pero para otras puede ser lo más sencillo.
La disputa entre el Ministro de Justicia y el Jefe de Medicina Legal, parece discusión bizantina, pero demuestra lo difícil que es demostrar la verdad. Sin embargo, podemos disculparlos debido al uso de distinta metodología o distinto criterio. Ambos se acercan a la realidad, pues el número de muertos expuesto para cada una de las instituciones que ambos representan muestra una tendencia semejante y muy poca diferencia. Por lo tanto, es bastante cierto lo que sucede en El Salvador, los muertos han bajado.
Para un político debe ser difícil prometer algo que no podrá cumplir. ¿Qué promesas nos ha hecho el actual Presidente de la República cuando en 2008-2009 hacía su campaña política? ¿Qué nos prometieron los diputados a la hora de pedir el voto por rostro durante el 2011-2012? ¿Qué nos prometieron los Alcaldes durante su campaña hecha el 2011-2012?
El Presidente nos prometió una fábrica de empleos. También prometió Ciudad Mujer. Esto último lo ha hecho su mujer. Aunque según algunos testigos, para ser empleado de Ciudad Mujer en Usulután, el perfil es ser gay, lesbiana o prostituta, para poder ayudar a sus semejantes que son atendidas allí, algo que puede ser chocante para la orientación humana y moral de muchas mujeres, el resto de las atenciones en salud (no sólo la sexual y reproductiva, espero), en nutrición y en el área laboral, puede ser un apoyo para muchas mujeres. Recordemos que detrás de los criterios que se piden en Ciudad Mujer a sus empleadas, está el enfoque de género, que es muy probable que esté siendo gestionado por el Estado aquí en El Salvador.
Sin embargo, la fábrica de empleo es más complejo de ponerla en práctica. El Presidente ha tenido una actitud bastante prepotente con los representantes de la empresa privada. Parecería un resentimiento. Su mensaje de navidad del año 2012 fue en esencia, poner en alerta a todos los ciudadanos diciendo que “quieren volver al poder de antes”. Esa es la verdad, de todos modos. Sin embargo, no es conveniente crear una atmósfera en contra de algo que es tan natural como los seres humanos: la propiedad privada. El Estado no puede aumentar los empleos sin la intervención de la Empresa Privada. Como decía Juan Pablo II en la Centesismus Annus, si debía ser el capitalismo el sistema que se debería proponer en los países del Tercer Mundo para obtener el progreso económico y civil, la respuesta que daba era: La respuesta obviamente es compleja. Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre»[1].
El Presidente no podrá cumplir su promesa de la fábrica de empleos se no modifica su actitud ante la Empresa Privada. Puede hacer toda la inversión que desee en el área social, pues el Estado es el que debe repartir la riqueza de acuerdo a los más vulnerables ciudadanos del país. Pero también debe crear las condiciones para que todos los empresarios suelten la plata para invertir en el país, de modo que se creen muchos puestos de trabajo. Recordemos que en El Salvador hay al menos 140 “ultra ricos” con una fortuna cada uno de más de $30 millones.
El Presidente debe ser muy valiente para tratar con sólo 140 personas. Quizá debería ser más humilde, por el bien del país. El ofreció una fábrica de empleos. Todavía es tiempo de lograrlo, si él quiere y si los otros quieren, también. Debe recordar que “a las palabras hembras, siguen los hechos machos”.


sábado, 19 de enero de 2013


LO QUE VEMOS PUEDE NO SER CIERTO.
Francisco Morán
19 de enero de 2013.

Resumen.
Los políticos salvadoreños se mueven mucho, pero no hay más trabajo para los salvadoreños.
Los mareros son objeto de incredulidad por la tregua, sus tatuajes los hacen malos, pero los muertos bajan.
La izquierda representada por  el Frente, debería preocuparse por la gente y su enriquecimiento, pero el enriquecimiento no ha alcanzado más que para los que hacen cabeza.
La derecha representada por Arena, tiene ausencia de liderazgos, aunque ya sabemos que el enriquecimiento de la población será algo cercano a la utopía.
Hechos internacionales: la enfermedad de Hugo Chávez; la empresa Alba Petróleos; lo que dijeron los exembajadores de El Salvador en Venezuela; la historia de Salvador Allende; la historia de Cuba; la historia de China.

Nuestros ojos nos engañan. Sólo vemos apariencias. El color, por ejemplo, no existe como tal. Cuando salimos a la calle por la mañana, vemos las cosas según ha salido el sol. Las cosas reflejan los rayos del sol que no pueden absorber. La grama puede absorber todos los colores del espectro solar menos el verde. Lo mismo podemos decir del gris de las aceras que absorben todos los colores menos el gris; del café de la tierra, que absorbe todos los coleres menos el café, etc. Las camisas blancas del uniforme de los estudiantes reflejan todos los colores, por eso es blanca y fresca. Cuando el sol se oculta, el ambiente de la calle se vuelve obscuro. La obscuridad no existe, tampoco. Sucede, únicamente, que no hay luz del sol. Nuestros ojos nos hacen ver la realidad política, social, económica y cultural de El Salvador, pero pueden hacernos una mala jugada. Podemos ver sólo apariencias. Penetremos en algunas realidades y analicémoslas. He aquí algunas.

Los políticos salvadoreños dieron de qué hablar durante el fin de año y el año nuevo. Tanto en la CSJ como en la Asamblea Legislativa, se “impusieron” un bono navideño. De los únicos que se sabe que lo devolvieron fue de algunos de los “cuatro fantásticos”. El Arzobispo de San Salvador les pidió austeridad, tal como lo demanda la situación económica nacional e internacional. Sin embargo, es curioso cómo no hacen eco de dicho argumento los mencionados funcionarios públicos, sean del partido que sean.

Los salvadoreños que tenemos empleo, damos gracias que lo tenemos. Y los que no lo tienen, ¿cómo la estarán pasando? La LEPINA manda que la edad mínima para trabajar sea 14 años, siempre y cuando no sea trabajo peligroso el que desempeñen los adolescentes u otras de las llamadas peores formas de trabajo infantil, que son un delito (explotación sexual comercial, etc.). Los jóvenes mayores de 18 años, esperan con ilusión tener la oportunidad de trabajar. Espero que las ferias del MINTRAB, de INJUVE y otros, logren que se empleen.

La situación del empleo mundial no está tan bien, según la OIT. En el programa de fortalecimiento para el desarrollo de la base de conocimientos sobre el trabajo infantil, en que participé en abril-julio 2012, vimos en el módulo I la situación del empleo en el mundo y en El Salvador: 200 millones de desempleados sobre una población 3.3 billones de trabajadores, equivalente al 6,0% de desempleo mundial, y en aumento. Los jóvenes desempleados en el mundo ascienden a 75 millones. Estas son cifras de 2012. En El Salvador, la tasa de desempleo al 2010 fue de 7.0%, equivalentes a 186,927 desempleados. Al 2011 no es que haya mejorado la situación. Pero hay una relación del desempleo con la reducción del PIB. Cada vez que hay una reducción de la tasa de crecimiento del PIB como la hubo en 2009 (-3.1%), la tasa del desempleo aumenta (de 5.9% en 2008 a 7.3% en 2009). Lección importante: el PIB debe aumentar. El Gobierno debe facilitar el aumento de la producción. Los que producen deben producir más. Y todo debe apuntar a esa meta.

El ambiente de seguridad ha mejorado, desde el punto de vista del número de muertes en El Salvador. Los mareros han ofrecido algo y lo han cumplido, en parte. La tregua entre pandillas goza de la incredulidad de muchos, porque dicen que después aumentarán los hechos criminales, que no han dejado de extorsionar, que piden empleo para los suyos pero los que no son mareros tampoco tienen trabajo, etc. Tienen a su favor los hechos: “a las palabras hembras siguen los hechos machos”; los muertos se han reducido significativamente. Lo bueno de este proceso: hablando se entiende la gente. Y los que tienen el poder, deben ceder un poco.

Los del FMLN están emulando a Chávez. El socialismo del siglo XXI tiene ya más de 15 años en el poder. ¿Cómo es posible que estos socialismos perduren en el tiempo, a pesar de que del socialismo real no quedan más que las ruinas como las del muro de Berlín? Decía Metternich, Primer Ministro de los Habsburgo en el siglo XIX, que las revoluciones triunfan o fracasan dependiendo de a quién apoye el ejército. Fidel Castro llevaba su propio ejército. Salvador Allende encontró un ejército ya establecido en 1970 cuando ganó las elecciones. Hugo Chávez es del ejército y el ejército lo apoya. En China Mao Tse Tung llevó al ejército rojo Chino a una “larga marcha hacia el Norte”. Fidel aún hace perdurar su socialismo. Salvador Allende se suicidó. Hugo Chávez gobierna aún con salud inestable y a ojos cerrados. La China de Mao gobernó en su momento hasta que colapsó internamente, sin dejar del todo el socialismo en una parte de China, pero la otra parte es capitalista. ¿Qué ventajas tiene el FMLN al respecto? Tiene Alba Petróleos. Se están convirtiendo en los nuevos ricos. El ejército ¿los apoyará? No la tienen tan fácil como Chávez. Pero los que combatieron por ellos están siendo atendidos por el Presidente. Los que combatieron en el ejército están protestando. Es curioso. Nuestro ejército, ¿será tan profesional como el que había en Chile a la llegada de Allende que no intervendrá para hacer un golpe de Estado? La historia es la madre de las ciencias.

En una entrevista en una radio local, dos ex­embajadores de El Salvador en Venezuela, afirmaban que la pelea en dicho país es entre dos burguesías. La de Capriles, es la burguesía que ha gobernado desde siempre en Venezuela. Y la de Chávez es la nueva burguesía que vela por sus nuevos privilegios. Estar en el poder genera privilegios. La palabra privilegio viene del latín “lex privata”, una ley privada, particular para ellos. No un Estado de Derecho.

Fin.